jueves, 26 de julio de 2012
Los desafíos de Funes en medio de la crisis entre Asamblea y Sala de Corte Suprema (La Página)
9:35 | 
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MODERACION POR EL SALVADOR |
El papel de facilitador asumido por el Presidente Mauricio Funes para buscar una solución al conflicto entre el poder legislativo y la Corte Suprema genera diversas interpretaciones. Los más críticos señalan que fue presionado, otros aceptan que lo hace en sintonía a su persistente llamado a la concertación nacional. De una forma u otra, analistas consultados por DIARIO LA PÁGINA coinciden en que éste se trata de un momento clave a favor del mandatario.
La primera reunión entre los representantes de los partidos políticos, celebrada el martes en Casa Presidencial para definir los pasos del diálogo que permita solucionar el conflicto ente el legislativo y judicial, teniendo como facilitador al Presidente Funes -en su terreno., Casa Presidencial- es un momento clave para el mandatario, coinciden varios analistas políticos consultados por DIARIO LA PAGINA.
El punto 3 del acta de compromiso firmada por los dirigentes de todos el espectro político representado en la Asamblea y por el presidente Funes, empodera al mandatario como facilitador de un proceso que no sólo busca "la normalización del funcionamiento de la administración de justicia", sino también cambios -textualmente- que "fortalezcan el orden democrático y el estado de derecho, garantizando que cada órgano de gobierno actúe dentro del ejercicio de sus respectivas competencias".
Partiendo de la nueva posición del presidente ante el conflicto, analistas coinciden que el mandatario está en medio de una clara y abierta negociación política entre ARENA y el FMLN, donde por su papel de "mediador" tendría que abstenerse de apoyar alguna iniciativa concreta -aunque recientemente lo hiciera sancionando el decreto que inhibe la presencia del Presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) cuando se convoque a Corte Plena, además de apoyar la participación de la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) en el tema-.
Otro desafío tiene que ver con el tiempo autoimpuesto para solucionar el conflicto, ya que Funes confía en una salida antes del inicio de las vacaciones de agosto. Este martes se lleva a cabo la segunda ronda de negociaciones en Casa Presidencial, quedando menos de cinco días para que se cumpla el plazo esperado.
Un tercer punto en juego, de acuerdo a los analistas, es la credibilidad del Presidente como facilitador, lo cual se traduciría en un momento clave a favor del mandatario de solucionarse a la brevedad posible la crisis.
Recientemente, el Presidente de la CSJ en funciones, Florentín Meléndez, declaró que las sentencias de inconstitucionalidad emitidas eran un claro llamado al Presidente Funes y a los diputados de la Asamblea para que "reconocieran" los "límites" de sus actuaciones, respecto a las elecciones de magistrados 2006 y 2012.
En este sentido, el punto que "cada órgano de gobierno actúe dentro del ejercicio de sus respectivas competencias" (numeral tres del acta de compromiso), definitivamente seguirá como uno de los temas más espinosos a resolver.
Y es que los diputados, tras reconocerse como el primer órgano de Estado, determinaron por ley quién sería el nuevo presidente de la CSJ -designando en abril al abogado Ovidio Bonilla-, sin embargo, y según el Reglamento Interno Judicial el cargo recayó en el exvocal de la Sala de lo Constitucional, Florentín Meléndez, quien públicamente es reconocido como "Presidente en funciones".
Es más, las decisiones políticas han derivado que dentro del Órgano Judicial subsistan dos salas de lo constitucional que en los últimos días trabajan de forma paralela. No obstante, como una especie de "acuerdo entre caballeros" y para no agudizar más el conflicto dentro del Órgano Judicial, el Presidente en funciones -Florentín Meléndez- reveló que no resolverán temas "muy delicados" como la posible inconstitucionalidad de los nombramientos de David Munguía Payés y Francisco Salinas, como ministro de Seguridad y director de la PNC, respectivamente.
En correspondencia, la Sala de lo Constitucional dirigida por Ovidio Bonilla se ha declarado en "receso indefinido", mientras se encuentra una solución al conflicto, a partir de la reunión celebrada en Casa Presidencial.
Más desafíos
En medio de esta crisis, Funes tiene muchos más desafíos y estos se vinculan a su rol meramente político.
El exdiputado Kirio Waldo Salgado asegura que siempre ha reconocido que la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) tiene jurisdicción en el enfrentamiento entre los diputados de la Asamblea y los magsitrados de lo Constitucional, con lo cual respalda la decisión de Funes de hacer un llamado a acatar lo que disponga esta entidad regional.
"Ahora que el presidente actúa de mediador es como decir: yo me repliego a resolver la crisis.. El Presidente no se está desdiciendo de sus palabras porque aquí hay una cuestión de Estado (jefe de Estado) que le permite rectificar problemas" en los otros órganos de Estado, señaló.
Salgado insiste en que "no creo que (Funes) haya cometido un error" al apoyar la intervención de la CCJ, ya que considera que los cuatro magistrados de lo constitucional cometieron "prevaricato" y era necesario recurrir a una entidad superior a denunciar el hecho.
El que Funes, en un primer momento, haya respaldado a los diputados de la Asamblea acuerpando la intervención de la CCJ pero después se designa mediador del conflicto es, a juicio de Salgado, una actuación clara y legítima: lo del respaldo a la CCJ es su opinión jurídica y su papel de mediador es una salida política.
Frente a la opinión del exdiputado se encuentran los comentarios de Dagoberto Gutiérrez, para quien la explicación más correcta del papel "mediador" de Funes se vincula directamente a Estados Unidos.
" El momento se caracteriza por una esperanza llena de tristeza y una tristeza llena de esperanza porque el régimen político se sentó a buscar una salida a la coyuntura hasta que el imperio (Estados Unidos) se los ordenó".
Y sigue: "la llave de la salida la tiene el imperio y los partidos son arrogantes hasta para humillarse, pero para el país, para la gente, el hecho que la salida sea a partir de los intereses de otro gobierno (Estados Unidos) demuestra el agotamiento de los partidos", sostiene.
Gutiérrez coincide con Salgado en que los acercamientos en Casa Presidencial son parte de una "negociación política", la cual -según el analista- podría tener "graves repercusiones".
"La negociación política en torno al cumplimiento de los fallos puede alterar aspectos de composición de la Corte Suprema de Justicia", declaró el analista, quien reitera que "se trata del reparto de la Corte. Va a haber lo que ellos saben hacer: usufructuar el botín de la cosa pública, en este caso, distribuirse los puestos del Órgano Judicial", asegura.
Gutiérrez insistió en el hecho que a los políticos les importó "un comino" la opinión de la sociedad para resolver el conflicto "Pero mirá a quién le hicieron caso: al imperio... es una coyuntura maravillosa", ironizó.
Caudal político
Sobre el tema, DIARIO LA PÁGINA también consultó al analista Roberto Cañas, quien habló sobre otro desafío de Funes en materia política.
Cuestionó que el Presidente haya apoyado la intervención de la Corte Centroamericana de Justicia, en tácito apoyo a los diputados de la Asamblea, y ahora se haga pasar como "facilitador" para resolver el conflicto al que él mismo contribuyó.
"Quiere tapar el sol con un dedo... lo que está de fondo es su desgaste y disminución de su capital político. Por una parte llama a hacer acuerdos pero con sus actuaciones demuestra lo contrario, esto es una conducta política bipolar", sostuvo.
Para Cañas la única salida viable al conflicto es acatar las sentencias de inconstitucionalidad emitidas por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema.
En este punto se refirió al "acta de compromiso" suscrita el martes pasado por los políticos en Casa Presidencial, específicamente al numeral dos donde se expresa que se atenderán los fallos "sobre la base del estricto respeto al texto de la Constitución". A su juicio, no hay porqué hacer acotaciones al respecto ya que la "única salida" es respetar las sentencias de inconstitucionalidad.
"Hay presiones de Estados Unidos, de la Unión Europea, de Naciones Unidas (para resolver el conflicto) y sólo es un indicador que haya mandado al canciller y al secretario técnico de la presidencia a tratar de cabildear para que se mantengan los motores del desarrollo (del país) relacionados con Fomilenio II y el Asocio para el Crecimiento", dijo.
Cañas está convencido que de superarse el enfrentamiento entre los diputados de la Asamblea y los magistrados de la Sala de lo Constitucional antes de las vacaciones de agosto, esto repercutirá de forma positiva en los involucrados.
"Funes podría salir en caballo blanco y si lo logra qué bueno... aunque yo cuestiono que esto se haga en Casa Presidencial porque esto demuestra autoritarismo, la idea de que es el hombre (fuerte y con decisión)... También es una oportunidad donde los partidos podrían salir más decorosamente", asegura.
"Yo espero que salgan todos sonriendo, en una foto, para cerrar este capítulo de novela barata", puntualizó.
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