Visitas

PUBLICACIONES

MODERACION

*La moderación es el proceso de eliminar o atenuar los extremos, es buscar el equilibrio.     *En la moderación se halla lo mejor en ética, en política, en economía. Por eso, Rubén Darío decía que “la moderación es el mejor de los bienes”.     La Real Academia Española define la moderación como sinónimo de “cordura, sensatez, templanza en las palabras o en las acciones”.     Son esas, precisamente, las características o cualidades que más se deben poner en práctica dentro de la política nacional.    

Siguenos

viernes, 27 de enero de 2012

Vanda Pignato: Nos quedaremos a vivir aquí, no tengo por qué esconderme (LPG)

En esta segunda parte de la entrevista, la Primera Dama salvadoreña habla un poco sobre su vida privada y envía mensajes contundentes a los opositores de su esposo, el Presidente Mauricio Funes, que han emprendido “una campaña sucia, cobarde y anónima”

¿Se van a quedar a vivir aquí después de la Presidencia?
¿Y por qué no? Nosotros no tenemos ningún motivo para no estar aquí.

¿Y la nostalgia?
¿De qué?

De Brasil…
No, mi país es El Salvador. Cuando voy a Brasil me hace falta mi casa en El Salvador. En Brasil está mi familia y mis amigos, pero eso es un pasado que yo dejé. Ahora soy salvadoreña. Este es mi país. Este es el país que amo y esta es mi casa. No tenga duda sobre eso.
Yo al terminar mi gestión me quiero sentir orgullosa, no quiero tener temor de salir a la calle, porque hay muchos políticos que después que pasa su tiempo desaparecen, y por diferentes razones. Yo no tengo razones para esconderme.

Por eso debemos entender que debemos dar pasos al futuro. La clase política debe dejar en el pasado eso de desprestigiar al Gobierno y a las políticas públicas que promovemos… principalmente a través de los blogs anónimos y que tratan de descalificar de forma cobarde las políticas públicas de este Gobierno.
No hay nada que vaya a detener el proceso que este gobierno del Presidente Funes empezó… Ni esas campañas cobardes, sucias y anónimas que no tienen el coraje de dar la cara. Nosotros en dos años y medio hemos hecho más que lo que se hizo en los últimos 20 años en el país.

Los funcionarios también son seres humanos… no son de hierro… ¿Cómo afronta usted los ataques políticos, incluso de campaña sucia, que hacen contra el Presidente?
Le voy a contestar y créame que se lo digo con la más absoluta sinceridad: cuando Mauricio era periodista ya afrontaba ese tipo de campañas sucias y siempre anónimas, porque son cobardes. Algunos de los opositores del Presidente Funes son cobardes porque no dan la cara sino a través de blogs anónimos.
Y cuando fue candidato a la presidencia estábamos preparados para eso, porque sabíamos que después del proceso electoral teníamos que tratar de construir un mejor país.
Entonces, las campañas sucias nunca me debilitaron como funcionaria ni como esposa o Primera Dama, ni como pareja. Nos fortalece porque nos conocemos el uno al otro, sabemos cuáles son nuestros compromisos. Sabemos cómo somos como pareja.
Nada nos va a afectar. Si esas campañas tienen ese objetivo pierden su tiempo, porque cada día nosotros nos fortalecemos más como pareja y como familia, y nos fortalecemos más como aliados de un mismo proyecto político.

La felicito porque no todo el mundo podría asimilarlo de esa forma.
Sí, pero no te olvides Ciro que tengo una trayectoria política. Yo me especialicé en temas internacionales, viví muchos procesos desde el Partido de los Trabajadores y conozco mucho de la historia de El Salvador y de América Latina… entonces yo no esperaba que fuera diferente.
Yo solo esperaba que —ya como Gobierno— hubiera más respeto hacia la institucionalidad de la Presidencia y pensé que no iba a haber algunas cosas como las que hemos visto, que realmente son una falta de respeto al Presidente de la República por parte de algunos políticos; es muy preocupante. Eso no ayuda a dar nuevos mensajes a las nuevas generaciones.
Sabíamos que no iba a ser fácil y tenemos que estar preparados. Sabíamos de los desafíos que íbamos a tener que enfrentar como pareja, como gobierno, y no me arrepiento.
No me arrepiento de mi compromiso como funcionaria y como esposa. Él (Presidente) hace mucho por las mujeres de este país. Es un esposo extraordinario, un padre abnegado y entonces no tengo por qué ser débil al enfrentar esa situación.
Aprovecho para hacer un llamado para que no sigan gastando dinero en eso (campaña sucia) y que mejor lo usen en otra cosa, porque realmente a nosotros eso nos tiene sin cuidado.

Usted tiene una agenda cargada. ¿Cómo distribuye su tiempo entre ser mujer, madre, esposa, funcionaria, Primera Dama, amiga?
Ja, ja, ja. Me despierto a las cinco y media de la mañana todos los días y mi primer desafío es despertar a Gabrielito y ponerlo listo para la escuela. Mauricio lo lleva a la escuela, aunque cuando tiene algún compromiso lo llevo yo. Después desayunamos con Mauricio. Desayunamos, almorzamos y cenamos casi siempre juntos.

¿Quién se levanta primero, usted o el Presidente?
Yo, ja, ja, ja.

¿Y quién se acuesta primero?
Yo, yo me acuesto primero porque me agoto mucho. Y como el Presidente está inmerso en su compromiso con el país dedica gran parte de su tiempo a los proyectos, a reuniones, entonces siempre tengo que ir hasta la oficina de Mauricio y decirle: “Amor, venga a acostarse, ya es hora de descansar, tienes que descansar un poco para que estés bien”.

¿Y después del desayuno qué hace?
Bueno, Mauricio tiene su agenda y yo tengo la mía. Empiezo a peinarme, pienso en la ropa que me voy a poner, en el evento que tengo, reviso mi agenda, preparo mi discurso. Casi todos los días tengo reuniones de trabajo con el subsecretario (Carlos Urquilla)… comienzo a preparar mi agenda.

¿A ustedes también les pasa que se preguntan opiniones sobre la ropa a ponerse?
Sí, nos pasa igual. A mí me encanta. Cuando tengo un compromiso especial y me quiero ver bonita siempre le pregunto: “¿Te gusta?… ¿Crees que estoy bien?”.

¿Y él le pregunta su opinión?
Él pregunta, pero yo pregunto más. Ahora, siempre que puedo me gusta escogerle la corbata, pero Mauricio es rebelde en esa área y le gusta tomar sus decisiones.

No solo él, Primera Dama, no sólo él… Ahora, todo esto resta tiempo. ¿Hay momentos solo para la familia?
Claro, sin excusas.

Es que uno no se imagina al Presidente o a la Primera Dama jugando con el niño, agarrando los carritos y eso…
Yo creo que es una excusa de la clase política decir que no hay tiempo. Primero, la clase política es un poco ingrata con las mujeres, porque las esposas de los políticos nunca tienen identidad y son las esposas “de”. Esa es la primera gran injusticia.
Segundo: no tener tiempo para su familia, eso no es verdad. Nosotros, por más compromisos que tengamos, siempre dedicamos una parte importante de nuestro tiempo sin poner en peligro la agenda de trabajo. Casi siempre comemos juntos. Aunque Mauricio llegue a las 10 de la noche yo lo espero, porque ese es nuestro momento.
Yo con Gabrielito, por ejemplo, lo baño todos los días, lo pongo a dormir… hacemos ese esfuerzo.

¿Y Gabrielito duerme solo?
Duerme solo, pero algunas veces pide irse a dormir a la cama con nosotros. Y todos los sábados y domingos le dedicamos tiempo. Vamos a pasear. Vamos al supermercado, le digo los nombres de las frutas y a él le encanta ir conmigo. Vamos mucho al Tin Marín.

  ¿¡Usted va al Super a comprar!?
 ¡Claro que voy! Vamos al Tin Marín, a diferentes      centros comerciales, yo hago mucha actividad con  mi hijo y Mauricio siempre nos acompaña.

  ¿Y la privacidad?
 Uno aprende a vivir con eso. Uno tiene que ser    generoso. Las personas que están detrás de  nosotros nos cuidan. Entonces siempre busco tratar  con mucho cariño y respeto a las personas que nos  cuidan y a las personas que nos encontramos y nos  piden tomarnos una foto… es que gracias a ellos  podemos servirle al país.

  Así como la veo usted debe comer solo    ensaladas…
 No, no. Yo como bien. Yo trato de mantener una  alimentación saludable. Yo nunca tomo gaseosas y  no permito que mi hijo tome gaseosas, porque creo  que eso no es bueno para la salud. Trato de tener  una alimentación saludable para darle un buen  ejemplo a mi hijo. Nunca me va a ver comiendo  comida chatarra.

 ¿Nada de pizzas Primera Dama?
Bueno, de vez en cuando, pero trato de mantener una alimentación saludable.


Termina la entrevista y la Primera Dama me enseña su oficina. Luego nos tomamos unas fotografías cuyo fondo es un cuadro de Monseñor Romero.
— Si ven estas fotos van a pensar que soy comunista, Primera Dama —le comento en broma.
— Ja,ja,ja,ja,ja ¿en serio? ¿Cree que haya gente en este país que todavía piense eso?
Tras meditarlo pocos segundos respondo: “Yo creo que sí, Primera Dama, yo creo que sí...”.

0 comentarios: