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*La moderación es el proceso de eliminar o atenuar los extremos, es buscar el equilibrio.     *En la moderación se halla lo mejor en ética, en política, en economía. Por eso, Rubén Darío decía que “la moderación es el mejor de los bienes”.     La Real Academia Española define la moderación como sinónimo de “cordura, sensatez, templanza en las palabras o en las acciones”.     Son esas, precisamente, las características o cualidades que más se deben poner en práctica dentro de la política nacional.    

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jueves, 8 de diciembre de 2011

Un pueblo, un producto, un orgullo (Contra Punto)


Las ideologías no tienen mucho que ver en los pueblos si lo que importa es el desarrollo. Este es el caso de Santa María Ostuma y San Lorenzo  
De acuerdo con la definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la identidad es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. Lo anterior, es precisamente lo que el proyecto “Un pueblo, un  producto” busca generar en aquellos municipios con los que ya está trabajando, la identificación de éstos a través de un recurso propio de su región.  Un pueblo, un producto es una metodología japonesa que adoptó la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype) del Ministerio de Economía para configurar una estrategia nacional que trabaje el desarrollo económico local. A la fecha este proyecto se está impulsando en los municipios de El Congo en Santa Ana, Santa María Ostuma en La Paz y San Lorenzo, Ahuachapán. 

El proyecto es una estrategia económica local que busca que los pueblos se identifiquen a través de recursos o productos potenciales propios de la región y que por medio de éstos se genere desarrollo humano y económico local mediante la explotación del mismo. 
Conamype  es el encargado de inculcar a las comunidades las iniciativas empresariales  asociativas; principio fundamental del proyecto que busca que el pueblo trabaje por un objetivo común, el bienestar de los pueblos. 
“Es plantearse objetivos, metas en función del desarrollo económico de su municipio y llevarlo al final, hacia cada uno de los integrantes del municipio, que es lo que se espera, que haya más ingresos y menos pobreza por supuesto en cada uno de estos municipios”, explicó Edwin Guillen, responsable de Conamype en Santa Ana. 
Además de la unidad comunitaria, “Un pueblo, un producto” tiene otros principios, como el concepto Local pero global; es decir, que el producto es del municipio, pero es global porque debe proyectarse hacia afuera. 
Por otro lado, está el requisito de autonomía y creatividad de los pueblos en el que son  los mismos poblados los que  eligen qué producto van a desarrollar. 
“Nosotros venimos a ser la parte de acompañamiento como institución de gobierno para que ellos puedan desarrollar su recurso humano, que es base fundamental y otro de los principios que nos interesa dejar fortalecido”, señaló Xiomara Benítez, coordinadora nacional de Conamype. 
Conamype proporciona  a las comunidades formación empresarial de micro y pequeña empresa para que éstas identifiquen y puedan desarrollar sus recursos locales. 
“En este caso es el jocote el que tiene mayor potencial acá en San Lorenzo, como en Santa María Ostuma es la piña, pero que ellos identifiquen a partir de eso qué otro producto puede venir en segundo lugar para poder impulsarlo también”, agregó Benítez. 
La estrategia “Un pueblo, un producto” ha contado con la participación técnica de la Agencia de Cooperación Japonesa (JICA por sus siglas en inglés).  
De hecho, esta iniciativa fue aplicada en Japón en 1960 y según JICA, los resultados se pudieron apreciar en las altas tasas de crecimiento económico. En el primer período de cinco años fue de 13.9 por ciento y el segundo período de 16.2 por ciento, con un rápido crecimiento del Producto Interno Bruto de la nación nipona que se cuadruplicó en 10 años en comparación a 1959. 
Tres años 
sanlorenzoUn pueblo, un producto tiene un seguimiento de tres años, en los que Conamype guía a las comunidades. 
La metodología inicia con las visitas de acercamiento a las municipalidades para comprobar si están capacitados o en condición de incorporarse a identificar los recursos locales que tiene; luego de esa plática se realizan los talleres de sensibilización en los que se explican los tres principios de Un pueblo, un producto. 
La metodología incluye también las mesas donde se exponen todos los problemas que tienen los pueblos. Luego, se realiza el desarrollo del recurso humano a través de capacitaciones y asistencias técnicas que requiera el pueblo, dependiendo de lo que se vaya a desarrollar; estas pueden ser brindadas por universidades, ONG entre otras entidades.   
En el segundo año se enfatiza más en el desarrollo del recurso humano, la formalización  del movimiento en esa localidad, a través de la creación de una cooperativa o un tipo de organización. 
“Ahí es donde  viene el Comité Ejecutor, que se ensambla adentro de la cooperativa para que haya esa sinergia de apoyo para mantener a los productores o los prestadores de servicios en movimiento buscando alianzas, buscando enlaces comerciales, para poder ir creciendo”, explicó Benítez. 
El Comité Ejecutor es el encargado de poner en marcha las diferentes actividades que se derivan del proyecto. 
Se finaliza con los enlaces comerciales externos o las alianzas estratégicas que se tienen. En el último año se montan las tiendas antena a la salida de las carreteras, un espacio de los productos del movimiento donde cada pueblo tiene  su marca y se incorpora la marca del país (OVOP El Salvador), donde el intercambio puede ser entre pueblos. 
“Después de tres años ellos comienzan a caminar solitos, aunque no es que los vamos a dejar totalmente sino que Conamype sigue supervisando”, aclaró Benítez.

Movimiento OVOP   
OVOP  significa One Village, one product, una traducción del japonés al inglés, que en español significa “Un pueblo, un producto”.  
A nivel mundial, el movimiento tiene una estructura que permite que cada país pueda mostrar lo que tiene en su localidad para exponerlo en cada una de las tiendas que tiene OVOP. 
“Porque hay OVOP Costa Rica, Colombia; en Japón, que es quien inició este proyecto. Cada uno tiene su identidad; por tanto nosotros también vamos a impulsar hoy en el segundo encuentro de los pueblos la marca de país que tenemos, OVOP El Salvador”, explicó la coordinadora de Conamype. 
La estrategia “Un pueblo, un producto” no significa que un  mismo producto durará para siempre; por el contrario, se busca desarrollar la  iniciativa que tiene mayor potencial y alrededor de ésa fortalecer otras e incorporarlas.    
San Lorenzo: Un pueblo, un orgullo 
San Lorenzo pertenece al departamento de Ahuachapán y está ubicado a 85 kilómetros al occidente de San Salvador. Este municipio se caracteriza por la producción agrícola de granos básicos y hortalizas; sin embargo, su producto símbolo es el jocote “Barón Rojo”, seguido por el loroco. 
Con una extensión territorial de poco más de 48 kilómetros cuadrados, San Lorenzo posee un aproximado de 600 manzanas de cultivo de jocote y alrededor de 200 manzanas de loroco; se calcula la existencia aproximada de 245 productores.

jocote2Esta localidad inició el proyecto en diciembre de 2010, cuando Conamype inició con la introducción de la metodología japonesa. En ese año se realizó el Encuentro de los Pueblos, una exposición de los 16 productos identificados como potenciales, de los cuales se eligieron tres para desarrollar un plan piloto.
A la fecha en este municipio ya se ha constituido la junta directiva y de vigilancia de la Asociación Cooperativa Agroindustrial de Jocote y Loroco, San Lorenzo (ACOAJSAL DE R.L), y el Comité Ejecutor, que es el encargado de poner en marcha las diferentes actividades que se derivan del proyecto. 
Características y Fortalezas 
Dentro de las características imprescindibles para que en un municipio pueda desarrollar el proyecto Un pueblo, un producto, la primordial es que la municipalidad realmente esté comprometida con el desarrollo económico local. 
Para Edwin Guillén, de Conamype Santa Ana, los alcaldes deben enfocar la ejecución de sus obras en potenciar el desarrollo económico de los municipios. 
 “No es que voy a hacer una calle simplemente por hacerla, creo que eso es clave, porque en la medida que vamos entendiendo cómo se va a dar ese desarrollo económico local de parte de la alcaldía, ellos van propiciando esas condiciones para que ese desarrollo económico local se dé”, explicó. 
Otra de las características que Conamype encontró en San Lorenzo es que la gente se siente orgullosa  del producto al cual se debe el desarrollo  económico y el ingreso de la mayoría de los pobladores. 
“Si lo vemos en otros términos, la gente tiene más ingresos, va a haber menos delincuencia, más desarrollo en el municipio. Entonces esa característica la cumple San Lorenzo; hay un producto al cual la gente se siente agradecida y este producto tiene la potencialidad incluso de exportarse a otros mercados y aún así poder ser rentable”, acotó Guillen. 
Una de las fortalezas que ha mostrado San Lorenzo en el proceso del proyecto ha sido la organización, principio que deben conservar para alcanzar el desarrollo del municipio. 
“Nosotros en San Lorenzo estamos convencidos que el desarrollo del país va a venir a través del desarrollo local de los pueblos, de los municipios. A la gente tenemos que crearle las condiciones, incrementarle las capacidades; estamos convencidos de eso porque de otra manera no se puede”, señaló Jorge Ortíz, presidente de ACOAJSAL DE R.L. 
Otra de las personas que tiene claro el beneficio que el desarrollo local significa para San Lorenzo y para cada uno de los habitantes es Fredy Chinchilla, presidente del Comité Ejecutor.  
Considera que además de la organización y el compromiso que los pobladores deben tener al formar parte de la Cooperativa, se necesita también transparencia. 
“Hay dos cosas muy importantes en la cooperativa; que haya organización y que haya transparencia. Cuando no hay transparencia no sirven las cosas y aquí si algo tenemos claro que el primero que haga cosas que no debe va para afuera y si ha hecho cosas indebidas va también para la casa”, explicó. 
A la fecha la cooperativa de San Lorenzo cuenta con 29 afiliados y 40 potenciales que esperan capacitación. Entre la producción de los asociados y no socios suman un total de 11 millones de libras de jocotes. 
Sin embargo, el único inconveniente que San Lorenzo tiene hasta el momento es que aún no cuenta con la planta agroindustrial procesadora de frutas para lo que se requiere la cantidad de más de 2 millones de dólares.  
Por el momento San Lorenzo vende su producción a empresas intermediarias, como Río Grande Foods, una de las principales compañías distribuidoras de productos nostálgicos con sede en Estados Unidos. 
Sin embargo, el objetivo de la cooperativa de San Lorenzo es exportar por suhojas propia cuenta el producto. 
La cooperativa, a la fecha, está produciendo de manera artesanal conserva de jocote, jalea de jocote, mermelada de jocote y concentrado de jocote. 
Santa María  Ostuma 
En el departamento de La Paz, Santa María Ostuma es uno de los 100 municipios con extrema pobreza alta, según el mapa de pobreza que maneja el gobierno central a través del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL). 
Sin embargo, Ostuma, cuyo emblema es la piña, ha sido beneficiada con el proyecto Un pueblo, un producto. 
Ostuma inició con OVOP en junio de este año; Conamype eligió este municipio por  su alto potencial de desarrollo económico que observó a través del aprovechamiento del fruto de la piña. 
Entre las variedades de piña que se están produciendo en Santa María Ostuma se encuentra la piña de azucarón y de castilla, producción que está a cargo de dos asociaciones de productores que aglutinan a 100 empresarios y otros que trabajan de forma individual. 
En total en Santa María Ostuma se cultivan un aproximado de 85 manzanas del producto emblema, pero también se producen y preparan derivados de este fruto como mermeladas, dulces, jaleas, jugos, refrescos, tamales, panadería, chicha o chinchibi, una bebida tradicional a base de la fermentación de la piña.  
El pueblo ya cuenta con el Comité Ejecutor, que está conformado por un buen número de productores de piña, entre estos las dos  asociaciones más importantes de la región Apes y Asafruto, asimismo, los paneleros, carpinteros, los jóvenes y las mujeres emprendedoras, que son las que procesan la piña y hacen los derivados. 
Para Sofia Hernández, de Conamype Zacatecoluca, la conformación del comité ha sido uno de los mayores logros para Ostuma, esto debido a una peculiaridad. 
“La conformación del Comité Ejecutor ha permitido reunir a dos asociaciones que en un momento eran rivales por decirle así; cada quien trabajaba por su cuenta, sin tener una proyección de región, de municipio y pues ahí los tenemos reunidos, pensando en hacer proyección de cómo llevar a cabo juntos este proceso”, explicó. 
A sus escasos cinco meses de estar funcionando su proyecto, Santa María Ostuma tiene una gran ventaja sobre San Lorenzo, y es que la tierra de la piña ya cuenta con su planta agroindustrial.  
Sin embargo, existen altos y bajos, estos últimos, según Hernández se deben a que el municipio no tiene una cosecha durante todo el año debido a que carece de un sistema de riego y por la misma razón tampoco pueden tener producción por escala. 
Arnulfo Vidal, oriundo de Ostuma y productor de piña, considera que la municipalidad ha tenido desarrollos gracias a la iniciativa Un pueblo, un producto y en cuanto a la experiencia personal asegura que ve positivo el hecho de que Conamype haya despertado e incentivado los deseos de producir en mayor escala en aquellos que como él se han involucrado en el proyecto. 
Si bien tanto Santa María  Ostuma como San Lorenzo presentan dificultades, lo claro es que su población  ha mostrado gran aceptación a la iniciativa que promete desarrollar la economía local sin dejar de lado el desarrollo humano que tanto necesita El Salvador. 
“Ya cuando se trata de que esto sea…como te dijera, nacional, globalmente, no sé cómo llamarlo porque yo soy de poca escuela, pero sí, esto es bueno porque a raíz de esto la gente puede salir adelante”, comentó Arnulfo Vidal.

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