miércoles, 20 de junio de 2012
"La inteligencia emocional permite evitar el conformismo" (EDH)
7:45 | 
Publicado por
MODERACION POR EL SALVADOR |
Uno de los aspectos fundamentales en la vida del ser humano son las emociones.
Durante esta entrevista con El Diario de Hoy,
el también motivador y conferenciante expone sobre la necesidad de
romper esos viejos paradigmas de la inteligencia para dar paso a un
nuevo enfoque del conocimiento interpersonal donde se descubran esas
habilidades que van más allá de las ciencias rígidas, las creencias y
los prejuicios.
Históricamente la estructura social del trabajo ha
determinado que las personas que tienen mayores niveles de comprensión
son las que toman decisiones cruciales y ganan mejores salarios. ¿Por
qué cree que esto se ha presentado así?
—La base de esto es un
sistema educativo heredado desde la época de la revolución industrial
donde la única forma de encontrar un lugar en la vida era a través de
las profesiones o los oficios. Por eso siempre existió una
jerarquización absurda en la enseñanza y en los estudios: primero las
ciencias "exactas", luego las humanidades y muy lejos las expresiones
artísticas. La sensibilidad siempre se pensó como algo irreal y como
consecuencia hoy tenemos individuos con alto coeficiente intelectual,
pero con un déficit emotivo preocupante, algo que se ve desde la niñez y
la adolescencia.
Lo dice en el sentido de que aunque se vive
dentro de una especie de aldea global donde impera el conocimiento y la
información, tarde o temprano esa "burbuja" estalla por no saber manejar
el caudal de emociones que también define al ser humano...
—Definitivamente.
Y por eso hay jóvenes, por mencionar un ejemplo, incapaces de manejar
la frustración que conlleva un escenario adverso en sus círculos
formativos, algo que muchas veces ni sus mentores pueden manejar. Como
resultado, ellos se vuelven pasto para alimentar las pandillas o la
criminalidad, lo cual pone en evidencia que el mal manejo de las
emociones puede derribar los planes de vida de cualquier persona y los
valores que definen como tal a un hombre o una mujer.
Entonces hay
que educar desde otra óptica, ayudar a que la gente construya sus
propósitos y que no vaya por la calle caminando como un ser autómata sin
objetivos ni metas...
—Dice un viejo refrán griego que nunca
soplan vientos favorables para aquel que no sab e dónde va.
Lamentablemente la mayoría deja todo al azar porque no sabe vaciar sus
emociones y crear con su mente escenarios positivos. Parte crucial de la
inteligencia emocional es esa: evitar el conformismo. Obviamente hay
que educar, adquirir un sano respeto por el reconocimiento de las
capacidades del otro y fomentar la autoestima para evitar esos
existencialismos que no siempre ayudan.
¿Enfatiza la religión en los fallos del ser humano? ¿Fomenta eso la debilidad mental y el vacío emotivo?
—Sí,
pero esto tiene su explicación. Tú, yo, todos no estamos separados de
lo divino y si Dios es amor, pues somos capaces de encontrar en cada
instante capacidades para crear una vida, no dejarla al azar y ver los
recursos y las posibilidades que existen alrededor. Asimismo es
necesario hacer una revisión de las ideas religiosas porque muchas no
están en consonancia con una educación emocional adecuada en valores de
simple humanidad. Es decir, el progreso también debe de buscar alcanzar
la evolución como planeta, no solo como individuos.
Más allá de las religiones, ¿es necesario que el ser humano se encuentre con su lado espiritual?
—Hasta
cierto punto sí. La espiritualidad desde un punto de vista no dogmático
es algo que debe de entenderse para madurar y conocer otras verdades.
Se trata de algo inclusivo porque en la cultura de Dios nadie es
diferente y desigual. Me atrevo a decir que cuanto más se separa el
individuo de la gente más inmaduro es. Y cuesta meterse a la cabeza la
idea de que lo material es efímero.
¿Es sencillo lograr ser un "inteligente emocional"? ¿Hay algún paso a paso?
—No
podría decir que a través de la norma se puede ser exitoso. Pero sí es
necesario partir de un estado de atención y de concienca para saber en
qué momento se pueden tomar decisiones adecuadas. Desde ese punto se
puede buscar la ecuanimidad con los propósitos de vida y luego crear
emociones y sinergias con el intelecto para poder alimentar ese todo
llamado cuerpo-mente-emociones-espíritu.
¿Cómo minimizar el efecto del entorno sobre las emociones y los objetivos de vida?
—El
ejemplo del estrés dice mucho. Se habla desde un sentido clínico,
siquiátrico, neurológico, etc. Pero en realidad es solo la falta de
comprensión y de conocimiento de mi lugar en la vida. Importa más "lo
que soy" que "lo que sucede" porque al autorreconocerme puedo
transformar, no ser alguien pasivo o inerte. En pocas palabras, hay que
darle un giro a la forma en que se procesa la vida. De ser posible todos
los días.
Por último, ¿con qué técnicas se entrenan las emociones?
—La
dosis de silencio diario es fundamental porque permite abandonar la
histeria personal. Eso puede ser a media jornada o en la noche. Si hay
momentos donde las emociones son exacerbadas lo mejor es la respiración
profunda, al menos cuatro o cinco veces. Y si es posible, sin ánimo
religioso, la meditación. Todas estas son herramientas muy aceptadas y
con resultados más que estimulantes para ese equilibrio tan necesario.
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ENTREVISTA
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