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MODERACION

*La moderación es el proceso de eliminar o atenuar los extremos, es buscar el equilibrio.     *En la moderación se halla lo mejor en ética, en política, en economía. Por eso, Rubén Darío decía que “la moderación es el mejor de los bienes”.     La Real Academia Española define la moderación como sinónimo de “cordura, sensatez, templanza en las palabras o en las acciones”.     Son esas, precisamente, las características o cualidades que más se deben poner en práctica dentro de la política nacional.    

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jueves, 17 de mayo de 2012

La Bandera Nacional cumple 100 años (El Mundo)



Bandera de El SalvadorNuestra Bandera Nacional, copia fiel de la que enarbolaron los próceres que dieron origen a las “Provincias Unidas de Centro América” en julio de 1823, cumple hoy su “Primer Centenario”, sin que hasta ahora nadie haya dispuesto alguna celebración al respecto.

En efecto, el 20 de febrero de 1823 se llevó a cabo en el Palacio Real de los Capitanes Generales, en Guatemala, los actos protocolarios en los cuales se juramentó la Bandera de la Federación Centroamericana, la cual consistía en una franja azul superior con la leyenda “Dios Unión Libertad” en letras doradas; una franja blanca central, en la cual iba estampado el escudo oficial de las Provincias Unidas de Centroamérica, consistente en un triángulo equilátero, en medio del cual se miraban cinco volcanes azul verdosos, bañados por dos mares e iluminados por radiantes rayos solares y un gorro frigio arriba de ellos;  rematado todo por un colorido arco iris.
El triángulo estaba rodeado por dos círculos paralelos, en el centro de los cuales iba la leyenda “Provincias Unidas de Centro América”; en la franja azul  inferior, estaban impresas dos letras  de oro que decían “B.N.” que significaban “Bandera Nacional”.
Este fue el primer pabellón reconocido por todos los Estados que constituyeron la malograda, pero siempre ansiada, Unión Centroamericana.

En el caso de El Salvador, la bandera federal se siguió utilizando hasta 1864 en los actos y edificios  públicos, especialmente en los cuarteles y el antiguo Palacio de Gobierno (o Casa Blanca, ubicada donde se erigió muchos años después el hoy desaparecido Cine Libertad, sitio que hacia los 1800’s albergó la casa de los Hermanos Aguilar, impulsores del Primer Movimiento de Independencia, ejecutado el 5 de noviembre de 1811).
Siendo presidente el licenciado don Francisco Dueñas, mediante Decreto Ejecutivo de fecha 28 de abril de 1865, autorizado por la Asamblea Legislativa, adoptó otro pabellón salvadoreño, imitación de la bandera de Estados Unidos de América, la cual consistía  en cinco franjas azules y cuatro blancas, alternadas de arriba hacia abajo, con un cuadrilátero rojo a su izquierda, en cuyo centro aparecían ordenadas nueve estrellas blancas (al inicio) que simbolizaban a los nueve departamentos de ese tiempo.
Poco después del fusilamiento del General don Gerardo Barrios, en agosto de 1865, el presidente Dueñas dispuso dividir el extenso departamento de San Miguel (que comprendía a los actuales cuatro departamentos de la Zona Oriental) y el número se fue incrementando, sucesivamente,  hasta ser catorce estrellas al llegar el siglo veinte.
Los nueve departamentos de El Salvador  eran San Salvador, Santa Ana, San Miguel (toda la Zona Oriental), Sonsonate, San Vicente, La Paz, La Libertad, Chalatenango y Cuscatlán.
En 1912, siendo mandatario del país, el doctor Manuel Enrique Araujo, un buen médico oriundo de Jucuapa, con raíces portuguesas, formado profesionalmente en Francia, dispuso darle a la Patria su pabellón original, el lábaro que cosieron a mano las esposas de los protohombres que nos dieron la emancipación del yugo español y, con ese fin, logró que mediante  Decreto Legislativo de fecha 17 de mayo de ese año, los salvadoreños tuvimos el pabellón federal de nuevo, aunque con pequeños cambios: una franja azul superior, una franja blanca central con la leyenda “Dios Unión Libertad” y una franja azul inferior sin letra alguna.
La bandera dueñista de “barras y estrellas” se guardó para curiosidad histórica en el Museo Nacional.
Cabe añadir, que gracias al doctor Araujo, la Patria también volvió a tener como escudo nacional el antiguo escudo de las Provincias Unidas de Centroamérica, aunque con pequeños cambios.
Efectivamente, ya Dueñas había decretado un escudo alrededor del cual se leía “República de El Salvador en la América Central” y en medio un triángulo donde resaltaba un volcán en plena erupción, resguardado al pie por el símbolo de la República romana y arriba, en su cielo, se miraban nueve estrellas fúlgidas, guarnecido en su parte superior por dos cuernos de la abundancia, rematados por un gorro frigio iluminado por el sol y en derredor la leyenda “15 de Septiembre de 1821”.
A ambos lados del escudo estaba un pabellón de barras y estrellas, y todo el conjunto era coronado por dos ramos de laureles con nueve gajos en total.
El Escudo actual, decretado en la administración del doctor Araujo, fue diseñado por el calígrafo Rafael Barraza Rodríguez (cuya familia aún subsiste) y fue adoptado oficialmente el 15 de septiembre de 1912, o sea, que también está próximo su primer centenario. Confiamos que el Ministerio de Educación, o la nueva Asamblea Legislativa, hagan siquiera un homenaje sencillo por el centenario de estos dos símbolos patrios, que junto al Himno Nacional y otros emblemas, nos impulsan a luchar porque El Salvador sea reconocido en el mundo entero como un país libre, soberano, democrático y amante de la paz.

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