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*La moderación es el proceso de eliminar o atenuar los extremos, es buscar el equilibrio.     *En la moderación se halla lo mejor en ética, en política, en economía. Por eso, Rubén Darío decía que “la moderación es el mejor de los bienes”.     La Real Academia Española define la moderación como sinónimo de “cordura, sensatez, templanza en las palabras o en las acciones”.     Son esas, precisamente, las características o cualidades que más se deben poner en práctica dentro de la política nacional.    

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jueves, 26 de enero de 2012

Primera Dama: Nuestra verdadera lucha es contra la discriminación (La Página)

La Primera Dama de El Salvador espera que las políticas públicas de este gobierno continúen en las gestiones posteriores y sostiene que en el Gabinete no tiene preferencias por ser la esposa del Presidente Funes.

Vanda Pignato es una mujer de una complejidad interesante y atractiva. Tiene alma de dama y carácter de guerrero. Posee ideas muy bien estructuradas, un temperamento firme, una sonrisa que rompe hielos y una solidez en la expresión de sus opiniones que cautiva desde el primer contacto.
Le gusta ir de compras al supermercado, bañar a su hijo, esperar a su esposo en las noches para cenar juntos y arreglarse cada día con la coquetería femenina de cualquier mujer que se precie… pero no vaya a cometer usted el error de atribuir esas conductas a cualquier viso de sumisión porque entonces conocerá el otro rostro de la Primera Dama salvadoreña: el rostro de la firmeza en la defensa la igualdad de derechos que no permite una pizca de duda.
La esposa del Presidente Mauricio Funes tiene una amplia trayectoria política. Pignato fue una de las fundadoras del Partido de los Trabajadores en Brasil cuyo máximo referente histórico ha sido el ex presidente Lula da Silva. Está en política desde que era preadolescente y no tiene reparos en desnudar con frialdad las campañas sucias que le ha tocado vivir desde hace algunos años.
En esta primera parte de la entrevista con Diario La Página habla sobre su papel en el gobierno. En la segunda parte (que publicaremos mañana) deja entreabierta la puerta de su vida privada y lanza mensajes de hierro contra los que hacen campañas “sucias” en contra de su marido.



¿Es difícil ser Primera Dama en El Salvador?
No, no es difícil. Es más que todo protocolario. Como Primera Dama usted tiene la opción de ir o no ir a un evento y como funcionaria pública tiene una obligación permanente en su trabajo. Aunque tampoco el papel de funcionaria es difícil porque lo hago con placer; para mí no es un martirio venir a trabajar, aunque es un poco triste dejar a mi hijo y no poderlo atender todo lo que quisiera porque apenas tiene cuatro años. Poder dejar un proyecto como Ciudad Mujer para el país me llena de alegría y felicidad.


¿Siente que le ha cumplido a las mujeres de El Salvador?
No. Todavía no. Falta mucho. Y en estos cinco años no vamos a poder cumplir todo lo que es necesario o justo, pero vamos a dar pasos importantes para que la mujer, a partir del gobierno del Presidente Funes, sea una protagonista en las políticas públicas y no sea solo parte de la propaganda electoral, que sean visibles y fundamentales en su gobierno.


¿No son suficientes cinco años de gestión para hacer esto?
No, porque nosotros asumimos un gobierno en una situación precaria y el camino que tuvimos que recorrer para poner a funcionar el aparato público fue muy largo. Por ejemplo, la Secretaría de Inclusión Social fue una fusión de las secretarías de Juventud y de la Familia y eso es complejo. Además, quisimos trabajar con enfoque de derechos. Los anteriores gobiernos trabajaban con enfoques caritativos. Poner las cosas en orden, poner a funcionar equipos de trabajo —porque no había especialistas en las diferentes áreas—, había que reformar mucho y ese proceso demoró un poco. Y en ese proceso cinco años es poco tiempo.


¿De qué se siente más orgullosa en su gestión?
Yo preferiría contestar esa pregunta al final del mandato de mi esposo, aún falta mucho y aún tengo mucho que aportar a El Salvador. Ciudad Mujer es un proyecto, pero hay muchas más cosas que hacer. Ahora no me siento satisfecha, yo quiero mucho más, tengo energía para mucho más y tengo el respaldo del Presidente para poder hacer mucho más.


¿Qué es lo más importante que siente que ha hecho?
Quizás hasta hoy fue visibilizar grupos que estuvieron tradicionalmente excluidos de las políticas públicas. Antes no se veía a las personas como sujetos de derecho. Entonces ese es el gran cambio que la Secretaría de Inclusión Social aportó al Gobierno. Que a esos sectores se les viera con una mirada diferente. Las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que los demás y no eran siquiera vistas dentro de las políticas públicas; las mujeres, los adultos mayores… y ahora no solo tratamos de hacerlos visibles, sino de abrirles espacios.


Pero eso también ha causado dudas en una sociedad como la salvadoreña. En el caso de los homosexuales… ¿por qué darle visibilidad? ¿Por qué apoyar a los homosexuales?
No estamos apoyando a los homosexuales, apoyamos la lucha contra la discriminación, es diferente. No queremos que los salvadoreños sigan discriminando, por ninguna razón: porque tengan discapacidad, porque sean obesos o por una opción sexual. Nuestra lucha no es orientar o promover el homosexualismo, sino que es contra la discriminación. El servicio público no puede discriminar.


¿Y qué decirle a las personas que no ven las cosas como usted las ve, sino que dicen que “se está favoreciendo conductas aberrantes”?
Les preguntaría que me den un solo ejemplo de que estamos haciendo eso. Soy funcionaria y mi deber es con las políticas públicas que el Presidente me asignó. No puedo pensar en la próxima elección, o cómo voy a estar en las encuestas, tengo que hacer mi papel al que fui designada. Puede ser que algunos sectores no entiendan ciertas acciones, pero tengo que pensar qué es lo mejor, y siento como funcionaria, como madre, como salvadoreña que es importante la lucha contra la discriminación. Para el Gobierno todos son iguales, los que tienen dinero y los que no tienen.


Además este no es el Gobierno del Opus Dei…
A mí no me importa cuando empleo a una persona y llena un currículo y esa persona tiene una opción sexual diferente.


Es que en el currículo no lo ponen…
En la entrevista puede salir, y eso de poner estereotipos en estas personas no es lo adecuado. Ahora, te insisto, el papel nuestro no es la apología a ninguna opción sexual, nuestro objetivo fue la lucha contra la discriminación.


¿Usted tiene homosexuales en su equipo?
Eh, así como usted dijo que no lo ponen en el currículo, así yo no les pregunto en su currículo si son o no.


¿Es viable en el tiempo Ciudad Mujer? ¿Cuando usted se vaya va a poder seguir esto?
Ciudad Mujer no es un proyecto mío, es una política pública enfocada en el área de género, que además, guardadas las proporciones, es el único gobierno en América Latina que ha dedicado una política pública enfocada a la mujer de manera tan amplia y contundente. Si el próximo gobierno piensa que ese no es un buen proyecto… no creo que algún gobierno podría dar marcha atrás en un proyecto como ese; pero quien tiene que defenderlo es la propia sociedad.


¿Es viable financieramente? Porque se está fondeando con préstamos.
Es muy viable, porque no es un proyecto caro. En Ciudad Mujer nosotros simplemente concentramos en una misma estructura servicios que estaban dispersos y que por eso eran ineficientes. Cada institución que compone Ciudad Mujer tiene su presupuesto asignado. Nosotros tenemos gastos bajos.


¿Será por ignorancia que otros medios critican Ciudad Mujer?
No veo medios que lo critiquen. Critican algunos articulistas por sus preferencias electorales y por su militancia partidista porque tienen que asumir una oposición sistemática a todo lo del Gobierno.


¿Y de qué partido deberá ser el próximo presidente para que fortalezca estos pasos que se han dado?
Mire, le voy a decir una cosa: por supuesto que tengo más afinidad con el FMLN; no puedo mentir, el FMLN cumple un papel importante en la construcción de la institucionalidad, muy importante. Yo me identifico más con el FMLN que con ARENA. Entonces, personalmente creo que en el futuro para que las políticas públicas no estén en peligro y se pueda fortalecer ese proceso, el FMLN debe tener un buen resultado electoral. Ahora, no soy el tipo de persona que si —por ejemplo— gana ARENA, haría una oposición sistemática. Ahora bien, yo recibo muchas peticiones en la Secretaría y no ando viendo de qué partido vienen, pero no permito que se haga uso electorero de mi trabajo. Yo tengo que respetar mi presupuesto y no les puedo estar dando a los partidos políticos para hacer propaganda electoral. Y además de no poder, no quiero, porque eso no es correcto.


Usted tiene una vida política de larga trayectoria. En todo ese trayecto ¿hay algún político salvadoreño que usted admire?… Y no se vale el Presidente ni Héctor Silva (+)
Mi ejercicio político viene desde que era jovencita, tuve la oportunidad histórica de ser fundadora del Partido de los Trabajadores de Brasil… y cómo quisiera que mi hijo tuviera esa oportunidad… llevar al Presidente Lula a la presidencia y verlo salir como salió es una maravilla. Eso marcó mi vida y me inspiró mucho. Para mí, uno de los líderes más importantes del planeta es Nelson Mandela y el Presidente Lula y en El Salvador no hay precedente… para mí el gran personaje político de El Salvador es el Presidente Funes porque tuvo el coraje y fue un hombre consecuente desde su ejercicio como periodista.


¿Cómo le gusta más Mauricio, como periodista o como Presidente?
Depende de si me pregunta como funcionaria o como su esposa, jajajaja. Esa pregunta es difícil de contestar.


A Vanda Pignato ¿quién le gusta más?
Me gusta más el Presidente. Cuando Mauricio fue periodista fue uno de los más importantes de América Latina. Fue un periodista comprometido y es muy fácil defender ciertas posturas desde una oficina o desde el discurso, pero llevarlo a la práctica como lo hizo Mauricio desde el ejercicio como periodista realmente lo admiraba mucho. Cuando llegué a El Salvador me impresionó y no me perdía sus entrevistas. Y como Presidente él pudo concretizar a través de su gestión todo lo que de manera consecuente actuó durante su carrera de periodista.


¿Le parece que este es un buen gobierno?
Le voy a decir algo: si yo no creyese que es un buen gobierno no estaría aquí.


¿Sería capaz de renunciar a este Gobierno?
¡Claro que sería capaz si no creyera en este gobierno! Y creo que así deben ser todos los funcionarios públicos. Los que no creen en el mandatario y en sus políticas públicas deberían renunciar a su puesto. Si estamos trabajando con el Presidente Funes es porque creemos en él y apoyamos sus decisiones. Yo no solo apoyo sus decisiones, sino que cumplo cabalmente los delineamientos que él traza.


¿O sea que no tiene preferencias por ser la esposa?
Es que esta no es una relación de esposa. Si me tiene que regañar porque no hice bien algo, no me voy a molestar porque me esté regañando. Yo soy una funcionaria pública y tengo que acatar lo que el Presidente quiere que se haga a través de la Secretaría. La esposa entra cuando termina el horario de labores. Yo lo respeto como presidente y sé cuál es mi papel.


Pero también hay lazos sentimentales, lazos de amor, la Presidencia se va a terminar y ustedes seguirán siendo esposos.
Es que no dejamos de ser esposos. Cuando llegamos a la casa y platicamos.


¿Quién es el dominante entre ustedes?
Perdone que se lo diga, pero esa es la manera tradicional de siempre querer ver a la mujer, que la mujer es la que domina o es la sumisa. Eso no es una realidad, eso se hace para desprestigiar a la mujer en la política.


Hmmmm…
Esas cosas no existen. Mauricio pone la línea entre la esposa y la funcionaria. Cuando estamos en casa platicando y el Presidente me pide la opinión como funcionaria sobre un hecho de mi trabajo, se la doy. Ahora, yo no me meto en las áreas de trabajo que le corresponden a él. Eso es un mito eso de que la mujer dice “mira y por qué estás haciendo eso…” jajajaja, no, yo lo respeto y me respeto a mí misma. Si me pregunta mi opinión personal sobre tal tema, también se la doy. Yo quiero terminar este Gobierno siendo una de las mejores funcionarias públicas calificada por la población. Yo quiero seguir yendo al supermercado o al Tin Marín o a tomar sorbete con mi hijo sin que nos dé vergüenza.

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