miércoles, 30 de noviembre de 2011
La seguridad es responsabilidad de todos (El Mundo)
9:27 | 
Publicado por
MODERACION POR EL SALVADOR |
Selim RodríguezColaborador
La violencia se ha convertido en una constante de la vida de los salvadoreños, la cual nos afecta a todos, sin excepción. A unos velar por sus vidas consiste en cerrar puertas, calles y evitar zonas conflictivas; pero para otros no hay salida, porque la amenaza de la violencia está presente a diario en compañía del impacto mental que implica.
Las consecuencias que provocan profundizan aún másesta problemática, debido a que el constante golpe psicológico hacia los ciudadanos, en especial la niñez y juventud, se hace más evidente y afecta su salud mental y desarrollo en el entorno. Dicho segmento debe ser de mucha preocupación al mayoría en el país. Según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., las consecuencias de la violencia contribuyen a enfermedades como la depresión y la ansiedad, las cuales hacen que la juventud tenga mayores probabilidades de fumar, abusar del alcohol y drogas.
Las diferentes manifestaciones causan efectos desastrosos para la salud pública a largo plazo, como el cáncer, así como las enfermedades de transmisión sexual. Si bien este elemento no se visualiza de forma física, como una fractura o herida, sus efectos se reproducen cada vez más, en el sentido de que las nuevas generaciones aprenden de la violencia de las anteriores. Un factor determinante para afrontar la violencia de manera integral es que los diferentes actores que componen la sociedad trabajen de forma conjunta en todos los niveles para encontrar respuestas creativas y viables. Alejados del egoísmo, oportunismo y peor aún intenciones de índole político que solo demuestran ser un estancamiento en el camino a acciones concretas por estar atrapados en el pasado. Tal como lo han demostrado ante la no aceptación del reciente nombramiento del nuevo titular de Seguridad por parte del director de proyecto.
Alcanzar una agenda común en este tema no surgirá de forma express, si no es bajo el consenso de la sociedad civil: poderes del Estado, asociaciones de profesionales, intelectuales, universidades, así como el indispensable y vital sector privado, único generador de empleo y por consiguiente dinamizador de la economía. No debe darse lugar a la improvisación, sino el claro interés de contribuir de una vez por todas al mantenimiento de la integridad territorial, la seguridad ciudadana y jurídica, así como el respeto al estado de derecho.
Debemos tener presente que la violencia se ha convertido en un problema de salud pública. Ya que las graves consecuencias inmediatas y futuras a largo plazo, desencadenan para la salud y para el desarrollo psicológico y social es perjudicial. Ahora bien, un sector que no puede obviar su responsabilidad es el de justicia, ya que es clave en el combate ante este mal social. Está llamado a responder como agente público en compañía de la ética mediante sus resoluciones, sumado a la honesta voluntad de trabajar por los problemas desde lo social a lo jurídico, lo cual implica diseñar una gestión que responda a los intereses del Estado democrático en el que nos sustentamos y no a los de índole personal y/o grupal. Porque de no ser así, el porvenir que nos espera será más terrorífico que el presente. Bien dijo Jaime Luciano Balmes, filósofo español: "Ninguna sociedad, por pequeña que sea, puede conservarse ordenada sin una autoridad que la rija; donde hay una reunión es preciso que haya una ley de unidad; de lo contrario, es inevitable el desorden. Las fuerzas individuales entregadas a sí solas sin esta ley de unidad, o producen dispersión o acarrean choques y anarquía."
Etiquetas:
OPINION
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1 comentarios:
creo que tienen que cambiar muchas cosas... pero bueno, es lo que hay..
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