Visitas

PUBLICACIONES

MODERACION

*La moderación es el proceso de eliminar o atenuar los extremos, es buscar el equilibrio.     *En la moderación se halla lo mejor en ética, en política, en economía. Por eso, Rubén Darío decía que “la moderación es el mejor de los bienes”.     La Real Academia Española define la moderación como sinónimo de “cordura, sensatez, templanza en las palabras o en las acciones”.     Son esas, precisamente, las características o cualidades que más se deben poner en práctica dentro de la política nacional.    

Siguenos

martes, 14 de agosto de 2012

Asocio con los jóvenes para construir un mundo mejor (LPG)

Y no basta con oírles y con permitirles presencia: hay que impulsarlos a ejercer todas las responsabilidades de que sean capaces, muy especialmente en los ámbitosde la política, donde aún persisten tantos fantasmas y bloqueos del pasado.

El domingo recién pasado se celebró el Día Internacional de la Juventud, establecido así por la Organización de las Naciones Unidas, que este año escogió como lema del mismo: “Construyendo un mundo mejor: Asociándonos con los jóvenes”. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha dicho al respecto: “Para liberar el poder de los jóvenes debemos asociarnos con ellos”. Y esto significa, en primer término, reconocer que el poder de la juventud existe como algo natural y eminentemente constructivo, sobre todo en esta nueva era histórica cuyos signos, conceptos, prácticas y perspectivas están aún en fase muy incipiente.
Es notorio el cambio de enfoque respecto de la juventud en sus diversas expresiones. Un cambio que no está siendo programado, impulsado ni mucho menos controlado por nadie. Tampoco se trata de una manifestación de rebeldía extravagante, como las que se vieron durante la segunda mitad del pasado siglo. Hoy, de seguro como efecto de este despertar de nuevas energías globales, en función de que los paradigmas que parecían consagrados están todos en crisis, la fuerza vital de la juventud se va poniendo en evidencia con ímpetus que buscan ir hallando los fondos y los trasfondos de la realidad, que hasta hace poco parecían en posesión exclusiva del “mundo adulto”.

La asociación con la juventud que se propone en el lema de la ONU es una especie de invitación a considerar a los jóvenes como lo que son: partícipes plenos del destino personal, social, nacional e internacional, y no simples destinatarios de las decisiones y los mandatos de las generaciones que les precedieron. Para hacer posible este giro, no sólo en las palabras sino sobre todo en los hechos, es indispensable que se dé un verdadero cambio de actitudes tanto en los adultos como en los jóvenes, para nivelar e integrar energías en el plano de las diversas problemáticas acumuladas o emergentes dentro del fenómeno real globalizado.
En nuestro país, lo que la juventud más necesita es, en primer lugar, una firme y realizable perspectiva de futuro. Los jóvenes toman opciones de dramatismo extremo, como emigrar o incorporarse a grupos antisociales, porque no tienen enfrente horizontes normales de futuro, que les ofrezcan oportunidades de autorrealización personal y de construcción social de sus propias vidas. De esta carencia estructural deberían partir todas las políticas de desarrollo humano básico, en ruta hacia el desarrollo integral de la sociedad en su conjunto. Y en tanto no se parta de ahí, todos los proyectos y programas en beneficio de la juventud se quedarán en iniciativas casuales.
Los jóvenes también tienen que hacer y que poner lo suyo, no sólo para generar condiciones que les favorezcan en su auténtica condición, sino también para viabilizar positivamente su contribución tan necesaria a las tareas del presente y a los dinamismos del futuro. Vemos con beneplácito y con esperanza la creciente toma de conciencia de los jóvenes respecto de su papel en los distintos órdenes de la vida nacional. Y no basta con oírles y con permitirles presencia: hay que impulsarlos a ejercer todas las responsabilidades de que sean capaces, muy especialmente en los ámbitos de la política, donde aún persisten tantos fantasmas y bloqueos del pasado.
En estos tiempos, hay Días Internacionales a granel. Y para salir de los meros recordatorios de ocasión hay que convertir las celebraciones en compromisos. En este caso específico, lo imperativo es que los mensajes del Día Internacional se conviertan en tareas de todos los días.

 

0 comentarios: