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MODERACION
lunes, 18 de junio de 2012
Reducirán deuda de corto plazo en 2013 (LPG)
Mediante una modificación a la planificación del gasto, esperan bajar la presión de títulos valores como las LETES, una deuda que estrecha la caja.
El próximo año el Gobierno planea aplicar medidas de transparencia
que permitan combatir el crónico incremento de la deuda de corto plazo.
Nelson
Fuentes, asesor del despacho en el Ministerio de Hacienda (MH), explicó
que con modificaciones a la preparación del presupuesto general de la
nación podrán minimizar la venta de papeles a inversionistas.
Las
Letras del Tesoro Público (LETES) son una fuente de ingresos vía
endeudamiento. Aunque ayudan para salir con gastos inmediatos y
necesarios, lo cierto es que comprometen el efectivo disponible para el
fisco cuando toca pagarlas (redimirlas).
La cantidad que el Estado
debe por estos títulos es $631.1 millones hasta mayo. En el año se han
realizado 21 emisiones o ventas de LETES. En cada una se pone un monto
representativo de lo que se espera vender y está en $25 millones.
“De
enero a abril, en lo que entran las declaraciones (de Impuesto Sobre la
Renta), se sacan LETES. Esta es la normalidad”, explicó Fuentes.
La
complicación llega cuando al pagarlas, se entrega un rendimiento, que
es el atractivo para el inversionista. Las LETES pasaron de un interés
de 2% a 4%, a un año.
Solución
“Estamos pensando transparentar el presupuesto”, dijo Fuentes.
El
caso de la deuda de corto plazo se puede comparar a una rotación de
papeles. Los que llegan a convertirse en LETES son, principalmente, unas
notas de crédito que entregan los contribuyentes al fisco como
sustitutos de pago de impuestos (ver nota secundaria). “Al final, ¿con
qué cuenta el Estado? Entran ingresos pero son papeles y por eso se
considera como disminución de caja”, detalló el asesor del despacho.
La
medida que han pensado es que ahora, cuando se calcule el presupuesto
general de la nación, incluirán el cálculo de los gastos que podrían
llegar a convertirse en LETES. Eso inflará la cantidad requerida de
ingresos en el año, pero el funcionario asegura que “técnicamente es
posible”.
Cuando se tenga una idea de esos gastos adicionales, ya
no necesitarán revender los títulos de deuda en el mercado, porque ya
irán incluidos en los usos previstos para los ingresos estatales.
El problema que será más difícil de solucionar es la entrega del 6% de los ingresos a la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Esta
partida causa un desequilibrio del efectivo con que cuenta el Gobierno,
porque se calcula sobre los ingresos brutos, es decir, aquellos en los
que todavía no se descuentan los gastos. Es diferente al Fondo de
Desarrollo Económico y Social (FODES), que se entrega cuando ya se ha
incluido en los registros cuánto será necesario gastar (ingresos netos).
Para modificar el 6% de la CSJ falta una reforma a la Constitución.
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