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MODERACION

*La moderación es el proceso de eliminar o atenuar los extremos, es buscar el equilibrio.     *En la moderación se halla lo mejor en ética, en política, en economía. Por eso, Rubén Darío decía que “la moderación es el mejor de los bienes”.     La Real Academia Española define la moderación como sinónimo de “cordura, sensatez, templanza en las palabras o en las acciones”.     Son esas, precisamente, las características o cualidades que más se deben poner en práctica dentro de la política nacional.    

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miércoles, 18 de abril de 2012

El poder desconcentrado (EDH)

En teoría el poder de un Estado es desconcentrado para evitar que precisamente se abuse del poder mismo.     

        Por eso el pensador francés Montesquieu enfatizaba la importancia de la separación de poderes. Los Órganos de un Estado son comúnmente tres, y no uno solo. Lastimosamente muchas veces el poder es aparentemente dividido en varias partes pero en la práctica radica en una. Por ello, la idea de separar para generar un efectivo esquema de pesos y contrapesos es uno de los pilares básicos de la democracia; pero que a menudo se pasa por alto.
El Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial existen por una razón fundamental: la rendición de cuentas horizontal. En otras palabras, existen todos para que un poder esté revisando el trabajo del otro. La importancia de cada uno es la misma porque están situados en el mismo horizonte –ni uno más arriba o más abajo que otro–. Debe quedar claro que el trabajo de un Órgano de un Estado no es el comprar, cooptar, obligar, presionar o amenazar a otro Órgano para alcanzar sus objetivos. El trabajo de los tres poderes es garantizar un efectivo y adecuado proceso de políticas públicas, que beneficien a la población de un país, procurar el buen trabajo del otro y señalar los abusos cuando se presenten.

Mantener una sana y productiva relación entre poderes de un Estado es una ciencia difícil de manejar, aun para las democracias maduras. En el actual juicio de revisión de constitucionalidad de la famosa legislación de salud pública Obamacare, ocurrió algo interesante. Cuando en medio del proceso el Presidente Obama infirió cuál debería de ser el resultado de la deliberación de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos (deliberación que será publicada en junio), lo criticaron ampliamente.
La independencia de poderes en ese país es sagrada y fundamental. Los presidentes no tienen nada qué hacer, ni decir en un caso de la Suprema Corte; ni los deseos, intereses políticos y lo que está en juego para el Presidente más poderoso del mundo importan en dicho proceso legal. Obama desde entonces no ha dado declaraciones similares en referencia al caso de Obamacare en la Corte Suprema de su país.
En Latinoamérica la norma aparenta ser una donde los poderes de un Estado están desconcentrados, pero más bien de desconcentración mental en el trabajo que deben de hacer. Ocasionalmente hay vislumbres de buen funcionamiento entre podres, como los casos de la Corte de Guatemala que determinó que la candidatura de Sandra Torres no procedía y la Corte de Colombia que truncó a última hora el deseo de Álvaro Uribe de ser Presidente por tercera vez. Pero en general la tendencia es hacia la concentración del poder y principalmente, hacia el Poder Ejecutivo. Lo cual no sorprende porque esto es compatible con la gran tradición presidencialista de la región.
Latinoamérica tiene mucho camino que recorrer en el aspecto de separación y funcionamiento efectivo de los poderes del Estado. Mientras que existen algunos casos alentadores, es más frecuente los intentos de injerencia y manipulación que en definitiva no lleva a una rendición de cuentas aceptable y por lo tanto, la posibilidad de mejor calidad democrática es más remota. Por ejemplo, es evidente que la separación, autonomía e independencia de los poderes se ha corrompido en Nicaragua (con cuatro poderes), Venezuela (con un récord total de cinco poderes) y Bolivia (con cuatro poderes). Curiosa e irónicamente entre más poderes del Estado tienen, menos funcionan, más abusos y más concentrado el poder.
Los tres Órganos del Estado tienen mucha responsabilidad para resguardar los pesos y contrapesos. Igual de significativo es el ojo crítico y exigente de la sociedad civil para que por un lado los poderes se concentren en las tareas que están mandados a hacer por la gente, y por otro, para que el poder del gobierno no se concentre en una sola institución o lo que es peor, en una sola persona.
* Columnista de El Diario de Hoy.
Twitter:@marianvidaurri

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