jueves, 10 de noviembre de 2011
Una diplomacia al servicio del desarrollo (LPG)
7:39 | 
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MODERACION POR EL SALVADOR |
Como Presidencia Pro Témpore del Sistema de la Integración Centroamericana, decidimos este semestre enfocar esfuerzos en la gestión integral del riesgo y el cambio climático. La estela de destrucción y luto causada por la depresión tropical 12-E demuestra lo acertado de esa decisión.
Lograr nuestro propósito requiere el despliegue de una diplomacia orientada a la consecución de los apoyos políticos, técnicos y financieros internacionales que sustenten los proyectos de prevención, rehabilitación y reconstrucción que los países centroamericanos nos aprestamos a emprender sobre la base de nuevos paradigmas.
De hecho, en estos días estamos impulsando una decidida ofensiva diplomática orientada fundamentalmente al servicio del desarrollo nacional y, en particular, al servicio de la etapa de reconstrucción que estamos iniciando.
Con esa finalidad, en semanas recientes lanzamos en un primer momento un llamado a la asistencia internacional humanitaria, que fue respondido por países amigos y organismos multilaterales, como Naciones Unidas, que acompañó a El Salvador al activar el “Flash Appeal”, un mecanismo utilizado para estructurar una respuesta humanitaria y coordinada durante los primeros tres a seis meses de una emergencia.
Asimismo, bajo el liderazgo del presidente Funes, se convocó a una cumbre extraordinaria del SICA, donde los presidentes de la región o sus representantes aprobaron la declaración de Comalapa, que resolvió, entre otros aspectos, hacer un llamado a la comunidad internacional para realizar el 16 de diciembre próximo un grupo consultivo sobre reconstrucción y desarrollo.
En adición, durante la Cumbre Iberoamericana en Asunción, Paraguay, hicimos una petición similar en la reunión principal y en los encuentros bilaterales. Asimismo, esta semana participamos en importantes foros en Suecia y el Reino Unido, en la búsqueda de apoyos esenciales y, en unos días, visitaremos Estados Unidos para solicitar un nuevo alivio migratorio y una disminución en las deportaciones.
Esta ofensiva diplomática incluye también el trabajo de varios funcionarios y funcionarias del gabinete de gobierno con el objetivo principal de sensibilizar a la comunidad internacional sobre los impactos de la depresión tropical 12-E en nuestra nación y promover su apoyo político, técnico y financiero.
El mensaje de estas acciones es contundente: El Salvador y Centroamérica hacemos importantes esfuerzos para enfrentar los desafíos inmediatos provocados por las pasadas lluvias, pero con una visión global y a futuro. Tenemos claro que se trata de asuntos ante los cuales deben asumirse responsabilidades compartidas pero diferenciadas. En esa ecuación, la solidaridad internacional es necesaria para superar los daños directos, pero la cooperación sostenida es también vital en la implementación de estrategias regionales de mitigación y adaptación a mediano y largo plazo.
La situación actual nos demanda concentrar nuestra atención en la gestión integral del riesgo, pero lo hacemos sin perder de vista que la diplomacia salvadoreña, en el enfoque de este gobierno, ya no puede limitarse a sus funciones tradicionales, sino que debe estar también a la búsqueda de oportunidades de cooperación técnica y financiera, de negocios e inversiones productivas, de nuevos mercados para las exportaciones, de oportunidades de preparación académica, de intercambio de conocimiento y experiencia.
Son todos estos aspectos los que, finalmente, deben responder siempre al propósito de contribuir al desarrollo integral de nuestro país y a la prosperidad de sus habitantes.
Etiquetas:
OPINION
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