sábado, 20 de agosto de 2011
Para 2014, necesitamos moderación (LPG)
23:06 | 
Publicado por
MODERACION POR EL SALVADOR |
A los doce años de guerra fratricida le sucedieron casi veinte de profunda polarización política. El axioma de Clausewitz, que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, invertida genialmente por Foucault a que “la política es la continuación de la guerra por otros medios”, tomó un significado literal y perverso en El Salvador.
Durante muchos años, la polarización política que ha imperado en el país sirvió para azuzar a las militancias, tanto de ARENA como del FMLN. Sin dudas, la retórica polarizante funcionó a la perfección para galvanizar a sus votos duros y para sembrar el miedo entre el electorado indeciso.
La campaña presidencial de 2004 representó el pináculo en cuanto al uso electoral del miedo y la polarización.
Sin embargo, el proceso electoral de 2009 revirtió dicha tendencia. El discurso revolucionario del FMLN desapareció a favor de un mensaje de “moderación” articulado por su abanderado presidencial, el experiodista Mauricio Funes. Fue la moderación del candidato farabundista –y la mala candidatura arenera– lo que terminó neutralizando y desactivando la “campaña del miedo” tricolor.
Desde la llegada de Funes al sillón presidencial, su gobierno se ha caracterizado por la moderación y el pragmatismo. A tal grado que le generó sendos desencuentros con los elementos más radicales de la exguerrilla, lo que resultó en titulares periodísticos que contrastaron las profundas diferencias ideológicas entre el presidente y su partido.
La moderación del mandatario ha sido generosamente recompensada por la opinión pública. Todas las encuestas de opinión califican favorablemente al jefe de Estado salvadoreño. Pero la moderación per se no ondea banderas políticas. ARENA también ha sido recompensada cuando ha exhibido y articulado posturas moderadas y sensatas.
Los anales de la ciencia política y del marketing político muestran que la moderación es ampliamente compartida por las mayorías en sociedades democráticas. La mayoría de votantes se ubica en los puntos céntricos del espectro político-ideológico-electoral. Es por eso que normalmente los candidatos a puestos de elección popular y los partidos políticos corren hacia el centro en tiempos electorales.
Los problemas surgen cuando los líderes electos no cumplen con las expectativas ciudadanas de moderación. Casi siempre, las posiciones políticas extremistas obedecen a dogmas ideológicos que hacen de lado las aspiraciones de la mayoría de votantes.
La crisis económica actual demanda que todos los actores políticos actúen con madurez y realismo. Esto significa que deben admitir y aceptar que las principales fórmulas ideológicas han fracasado en todos lados. La realidad de la calle es distinta a la que describen los libros de teoría política y económica.
La gente está harta de la polarización y los políticos deben entender que una agenda de país es también de beneficio para sus intereses partidarios. El motivo por el cual la estabilidad política predomina en muchas naciones democráticas es porque cuando hay elecciones la gente sabe que, gane quien gane, su país no sufrirá cambios o procesos traumáticos que generen inestabilidad. La economía también se beneficia con la estabilidad política de un país.
Escrito por Carlos A. Rosales
Sábado, 20 agosto 2011 00:00
Etiquetas:
OPINION
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario